In Reflexión

FUENTEOVEJUNA

Era el año 1476 en el pueblo Cordobés de Fuenteovejuna. Eran los tiempos españoles de la Reconquista y la sociedad feudal tardía. Este pueblo era sometido no por la monarquía sino por la orden de Calatrava. Su comendador mayor, ruin y despreciablemente despiadado, era un déspota que ejercía como señor de horca y cuchillo todo el acontecer. Sus dominios incluía probar con pase erótico enfermizo de armas todas las deidades femeninas del pueblo. Hubo de suceder que el Comendador se obsesionará de Laurencia quien se casaría con Frondoso para el antes y después.

La  persecución a Laurencia en el bosque por parte del Comendador concluyó en un hecho sangriento. Tras secuestrarla y llevarla a su casa para consumar la violación Frondoso irrumpió en la oscura propiedad junto al pueblo. Al salir exhibieron la cabeza del comendador sin piedad. Tras los hechos hubo la corona de los reyes Católicos involucrarse en las investigaciones. Con cada pregunta a cada alma del pueblo de quien mató al comendador todo el pueblo a una dijo: Fuenteovejuna. Esta obra teatral del siglo de oro Español del inmenso Lope de Vega es un canto atemporal e universal de la unión de un pueblo contra la opresión y el atropello.

Ante el magnicidio en Haití del presidente Jovenel Moïse todos son Fuenteovejuna pero también todos son el Comendador. Con el transcurrir de los días y ahora con la llegada de la viuda a Puerto Príncipe, en vísperas de las honras fúnebres de estado, el panorama está cada vez más enrarecido y fluye el todo en un mar de contradicciones. Todos son sospechosos. Porque todos, hasta desde la ignorancia, han socavado para forjar aquél dantesco estado fallido. Hasta el muerto, con sospechoso pasado junto a los hordas del cantante Martelly inicialmente luego enemigas que por cierto no se ha mencionado, buscó prolongar un mandato más allá que de por si era ilegítimo con apenas un 15 % de sufragios. Un sistema político a la usanza francesa incapaz de funcionar donde realmente nada funciona. Un querer del mundo de democracia donde no existe pueblo ni mucho menos poder de él.

El commodities de Haití es el desastre con caos. Aunque están sentados sobre yacimientos de oro y minerales allí no se produce nada. Sobre el eterno retorno de los fondos de ayuda siempre surcan un stablisment de aves de rapiña que incluye hasta ex-presidentes norteamericanos. Ante la nueva crisis de vacío de poder el secretario de seguridad imperial Mayorkas recordó en un comunicado lo peligroso de los mares caribeños y afirmó que de llegar ninguna embarcación ni tripulantes entraría a suelo imperial. Delimitando claramente sus límites en política migratoria ajena al drama humano. Nosotros aquí debemos enmarcar esas declaraciones y reafirmar en los foros internacionales nuestros también legítimos derechos para frenar la ilegalidad migratoria de nuestros vecinos. Ese muro físico en la frontera es una necesidad imperiosa para salvaguardar nuestro estado de derecho, nuestro acervo, identidad y patrimonio cultural. Saludamos el artículo del economista Andy Dauhajre "Del mar al muro" en el periódico El Caribe quien trata el tema con claridad meridiana. Como él nos suscribimos a la observación del también economista Thomas Piketty  de que parte de todo este costo, hasta de nuestro muro, debe correr por cuenta del estado Francés -soñar que los sueños sueños son- quien les cobró y desangró de manera onerosa su racista y sangrienta independencia.

El Core Group integrado por embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia y La Unión Europea, así como representantes de las Naciones Unidas y la OEA habrán de sentarse en la mesa a buscar soluciones que desgraciadamente no podrán ser haitianas. Pues ellos mismos no son capaces de dar respuestas a su propia problemática. Nunca han podido. Hacer lo mismo esperando resultados diferentes es locura. A ese foro internacional por la solución final habrá de ser invitado como observador RD. Nosotros no somos la solución pero bien podemos -hasta por negocios y legítimos- contribuir y aportar con ideas en pro del nuevo Haití.

Poco importa ya quien mató al presidente. Todos lo mataron y como Henri Christophe en al Citadelle de poco vale este muerto (al momento de asesinar al emperador Christophe su propio guardaespaldas ipso facto se paso al bando de los verdugos en una demostración clásica de la realidad en la personalidad dual del haitiano en general)  si no produce cambios reales a este triste conglomerado humano. Países ricos dejémonos de pendejadas. Tomemos el toro por los cuernos. Un fideicomiso a 50 años por Naciones Unidas con un gobernador plenipotenciario para de cero crear las instituciones y educar a esa muchedumbre en barbarie. Un paquete de 20,000 millones de Dólares con una buena administración junto al imperio de la ley y el orden son retornables a las arcas de los poderosos para un territorio con muchos yacimientos explotables que necesita dirección, orden, un plan y cabeza organizativa.  Reforestar, educarlos en lo intelectual con espiritualidad positiva y enseñarlos a aprender. Desde RD nuestros grupos hoteleros (españoles y criollos) con acuerdos a 50 años pueden liderar el turismo como destino ya Hispaniola. Empresas como Central Romana, Vicini y muchas otras exitosas pueden enseñarles en sociedad el camino y cimentar la explotación agroindustrial con cesión de tierras por cinco décadas. Solidificar los ya ensayos en zonas francas como el grupo Capellán. En la solución de Haití todos somos Fuenteovejuna; todos a una. No hay de otra, al menos que deseen los ricos una Somalia caribeña con guerra civil y refugiados en estas importantes rutas marítimas en su patio desde el mismo trayecto del sol. Este explosivo cocktail caribeño amerita de ingentes e inmediatos esfuerzos ya. Aquí y ahora.

Share Tweet Pin It
Previous PostCOCKTAIL CARIBEÑO
Next PostMÚSICA CLÁSICA